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LA RUPTURA

En la segunda mitad del siglo XX surge una generación de jóvenes creadores que con su obra cambiaron la percepción del arte en México al marcar distancia con la Escuela Mexicana de Pintura: Alberto Gironella, Enrique Echeverría, Fernando García Ponce, José Luis Cuevas, Lilia Carrillo, Manuel Felguérez, Vicente Rojo, y Vlady. Este grupo heterogéneo alcanza tal denominación en 1988, año en el que tuvo lugar la exposición “Ruptura” en el Museo de Arte Carrillo Gil y en el Museo Biblioteca Pape que conjuntaba obra realizada por varios artistas entre 1952 y 1965.

La apertura de nuevos espacios: galerías y salones de arte

En la Galería Juan Martín.Tomado de 'Tiempos de Ruptura'
En la Galería Juan Martín.Tomado de "Tiempos de Ruptura"
Galería de Antonio Souza. Inauguración de la la Galería de Antonio Souza
Galería de Antonio Souza. Inauguración de la la Galería de Antonio Souza
Juan Martín y Manuel Felguérez. Tomado de 'Tiempos de Ruptura'
Juan Martín y Manuel Felguérez. Tomado de "Tiempos de Ruptura"
Las tres hermanas Pecanins, calle Hamburgo. Tomado del catálogo 'Pecanins, las siempre vivas'
Las tres hermanas Pecanins, calle Hamburgo. Tomado del catálogo "Pecanins, las siempre vivas"

Museos, teatros, cines, salas de concierto y galerías comerciales modificaron la fisonomía territorial de la Ciudad de México durante el mandato de Miguel Alemán. En este periodo se creó el INBA (1946), el Museo Nacional de Artes Plásticas (1947) y se abre el Salón de la Plástica Mexicana (1949). En los años cincuenta existían alrededor de veinte galerías de arte, muchas de ellas de efímera existencia, que acogieron las obras de artistas jóvenes (Emerich, 2000). En tanto la Galería Misrachi (1933) y la Galería de Arte Mexicano (1935) tenían particular interés en artistas de la escuela mexicana y exponían parcialmente tendencias nuevas de maestros que ya eran ampliamente reconocidos. Por su parte los jóvenes creadores impulsaron la generación de nuevas galerías y espacios alternativos.

La Galería Prisse abre sus puertas en 1952 y se enfocó en la pintura que se estaba gestando entre los más jóvenes. Sus miembros fundadores: Vlady, Gironella, Joseph Bartolí y Héctor Xavier convirtieron la casa del primero y su esposa Isabel en un espacio de exposiciones al que se acercó por breve tiempo Enrique Echeverría y un poco más tarde José Luis Cuevas. Pintores, poetas, narradores e intelectuales se unieron a la intensa y dinámica actividad que duró poco más de un año, periodo en el que se realizaron 10 exposiciones sin ánimo de lucro. Su sucesora fue la Galería Tussó, instancia que “acogió a los artistas huérfanos de la Prisse con ánimo generoso y desprendido” (Manrique, 2007).

Posteriormente, en 1954, nace la Galería Proteo (1954) bajo la concepción de Alberto Gironella. Esta instancia apoyaba a los pintores ajenos de la escuela mexicana y contaba con la participación de nuevos pintores que comenzaron a figurar en el panorama artístico nacional. En 1956 Antonio Souza, pintor que había sido maestro de algunos de los miembros de la Generación de la Ruptura, abre la Galería de los Contemporáneos en la calle de Génova. Comenta Romero Keith (1992) que el criterio de esta galería fue presentar la vanguardia de una época con un espíritu de transformación estética. Felguérez (en Eder, 1981) “en ese momento las dos galerías, la Proteo y la Antonio Souza, estaban dando pelea por el nuevo arte. En la primera exponían entre otros Goeritz, Gironella, Echeverría, Vlady y Rojo. El grupo de Souza era una mezcla de pintores ya consagrados (Tamayo, Gerzso y Soriano) y algunos jóvenes”.

Al desaparecer la Proteo y la Antonio Souza una buena parte de los artistas jóvenes se reagrupan en la Galería Juan Martín (1961), espacio en el que se consolidó definitivamente la Generación de la Ruptura. El trabajo de más de 20 años iniciado por Juan Martín y después por Malú Blok, la convirtieron en “un centro aglutinador de una serie de expresiones individuales que, en su seno, adquirieron carácter colectivo y se transformaron en un movimiento que, sin necesidad de definición ni liga artificial alguna, encontró su realidad en el propio ámbito de la galería” (Romero Keith, 2000).

Posteriormente, en 1964, se funda la Galería Pecanins. Durante 45 años difundió la obra tanto de artistas famosos como a los que iban cimentando su renombre y tendieron un puente entre Cataluña y México.

Es así como “la Ruptura nació en las galerías porque la escuela mexicana tenía cooptados los sitios públicos” (Eder, 2012). A partir de 1965 el panorama artístico comenzó a abrirse para las nuevas generaciones de creadores: se realiza el Salón ESSO, la colectiva “Confrontación 66” y se convoca el Primer Salón Independiente.

Referencias

  • Del Conde, Teresa. (1980). Un pintor mexicano y su tiempo: Enrique Echeverría (1923-1972). México: UNAM  & Instituto de Investigaciones Estéticas.
  • Eder, Rita. (1981). Gironella. México: UNAM & Instituto de Investigaciones Estéticas.
  • Eder, Rita. (2012). La Generación de la Ruptura y sus antecedentes. México: Fondo de Cultura Económica.
  • Emerich, Luis Carlos. (2000). Pecanins. Las siempre vivas. México DGE Ediciones & Turner.
  • Manrique, Jorge Alberto & Del Conde, Teresa. (1987). Una mujer en el arte mexicano. Memorias de Inés Amor. UNAM & Instituto de Investigaciones Estéticas.
  • Romero Keith, Delmari. (1992). Galería de Antonio Souza. Vanguardia de una época. México: El Equilibrista.
  • Romero Keith, Delmari. (2000). Tiempos de Ruptura. Juan Martín y sus pintores. México: Landucci Editores.

La apertura de nuevos espacios 1
En Casa del Lago, 1967: Lucero Isaac, Fernando García Ponce, Maka Strauss, Manuel Felguérez, Juan García Ponce, Lilia Carrillo y Juan Vicente Melo.
La apertura de nuevos espacios 2
Inauguración del mural de Felguérez en el Cine Diana, 1962. Juan García Ponce, Fernando García Ponce, Juan José Gurrola, Manuel Felguérez, persona no identificada, José Luis Cuevas y Juan Martín.
La apertura de nuevos espacios 3
García Ponce trabajando en su estudio. Foto Rogelio Cuéllar.
La apertura de nuevos espacios 4
Michel Alban, Juan Martín, Carlos Monsiváis y Juan García Ponce en la presentación del libro Nueve Pintores Mexicanos.



Artistas que impulsaron el movimiento: Juan Soriano y Rufino Tamayo
Piedras de toque de una generación