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En los sesentas las generaciones más jóvenes de artistas siguieron los pasos del Núcleo Duro de la Ruptura: Gilberto Aceves Navarro, Irma Palacios, Gabriel Ramírez Aznar, Francisco, Alberto, José y Miguel Castro Leñero, Arnaldo Coen, Roger von Gunten, entre otros más. Se tratan de artistas que han sobresalido en su medio y son considerados como los herederos de la Generación de la Ruptura.
En 2014 la Fundación Cultural Macay, A.C., a través del Museo Fernando García Ponce, se convierte en el Foro del Movimiento de la “Ruptura” y renueva su discurso al promover la creación del Centro Virtual especializado en el movimiento y una serie de exposiciones sobre sus integrantes y de la época. A continuación se presenta una breve semblanza de las exhibiciones:
Incluyó obras de las colecciones Acervo Patrimonial y Pago en Especie, en custodia de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público. En esta exposición itinerante se contó con la obra de 11 artistas y figuras clave de dicha escuela. Destacan en la muestra la obra de Raúl Anguiano, uno de sus máximos representantes que recreó escenarios del México rural e indígena; el colorido mexicano representado por “La Alameda de Santa María” de Angelina Beloff, primera creadora mexicana que participa en el programa “Pago en Especie”; Fernando Castro Pacheco, una de las figuras esenciales en las artes plásticas del sureste, evoca la historia del pueblo yucateco con un magistral uso del color en la obra “Mujer escuchando atentamente”; Lola Cueto, la única mujer del grupo de pintores que formó parte de la primera generación de alumnos de “La Escuela de Pintura al Aire Libre”, quien revela su estilo claramente influenciado por las artesanías y el arte popular en “Los músicos; Roberto Montenegro, uno de los de los pintores más versátiles del arte del siglo XX en México, alude a una de sus etapas en la que revalora el arte autóctono y remarca su interés por la geometría y Diego Rivera, uno de los tres grandes muralistas, tiene presencia con “Conteniendo el hielo del Danubio en Bratislava”, una de las últimas obras que realiza cuando, enfermo de cáncer, se va a Rusia con la idea de que la medicina comunista lo cure.
Se trata de una de las más recientes series que Vicente Rojo ha presentado con éxito en el Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca y en su momento en el Museo Fernando García Ponce. Consiste en 40 obras en diferentes formatos realizadas por Rojo entre 2006 y 2008, en técnicas como tinta chinas obre papel, acrílico sobre papel, agua tinta al azúcar, colografía y serigrafía. Con trazos y figuras simétricas, el artista mexicano muestra parte de su amplia trayectoria y reafirma su íntima relación con la palabra como símbolo de amistad y proeza de creación, pero sobre todo, ofrece un testimonio de la visión integral y abierta al devenir que lo ha caracterizado siempre. De manera adicional se exhibieron siete esculturas de la serie “Alfabeto primitivo”, proyecto escultórico que el artista ha desarrollado por etapas y cuyo nombre se relaciona con los elementos geométricos básicos (cuadrado, triángulo, círculo, el cubo, el cono y la esfera).
Extensa exposición retrospectiva que abarca poco más 60 años ininterrumpidos de trabajo y que dan cuenta del tránsito de Roger von Gunten por la figuración y la abstracción, el predominio de la línea y las zonas de color y sus indagaciones técnicas que, sin embargo, no se apartan de lo clásico (óleo y acrílico sobre tela, acrílico y tinta sobre papel, gouaché, crayón y collage sobre papel). Cada uno de los cuadros de la muestra, en palabras del propio von Gunten, "encarnan la posibilidad de un mundo dentro de cierta circunstancia, cada uno, un individuo dotado de identidad, integridad y plenitud propia. Por lo que no forman un conjunto, sino una difícil convivencia al margen de todo guión curatorial". ¿Ante quién ocurre el mundo? es una interrogante al cual el arte ofrece una respuesta con una sonrisa: la obra – ente real imaginario cuya individualidad trasciende, anima e ilumina el juego de sus partes componentes. La muestra incluyó imágenes puntuales de la evolución de un progreso y desarrollo, de sus diversas etapas y múltiples lenguajes.
La constante alusión a la naturaleza de Irma Palacios es referida en “El color de la tierra”, una nueva producción pictórica en la cual renueva sus pasiones geológicas y reafirma la búsqueda de la esencia de un lenguaje propio dentro de la pintura. Se incluyen 12 pinturas abstractas realizadas con óleo sobre lienzo de grandes dimensiones. Más allá del aliento poético de los títulos de sus obras, Palacios realiza un ejercicio de abstracción pictórica y ofrece un homenaje a la tierra. Comenta Luis Ignacio Saínz (2002) que sus cuadros, especialmente texturizados, remiten a una práctica geológica básica: la del inventario de minerales, su catalogación y explotación. Sobre su trabajo Rufino Tamayo escribe en el catálogo de “Pintura-Dibujo”, una de sus primeras exposiciones: “su materia pictórica es la tierra negra de nuestro trópico, tierra podrida y por ello fértil, que hace posible que árbol crezca robusto y que dé le fruto sano que al caer en su madurez, se pudra también sobre ella y la hagan todavía más fértil, haciendo de ese modo interminable el ciclo maravilloso de productividad multiplicada”.
Lienzos de grandes dimensionesque dan cuenta de la innegable y prolongada trayectoria de Ilse Gradwohl. SegúnMézquita (2016) sus “imágenes brindan elementos para la imaginación y remiten avisiones en efecto entre la bruma y el recuerdo, entre el sueño y la memoria,con fuerte carga lírica y sentimental".
Referencias
