El libro de jitanjáforas y otros papeles, seguidos de retruécanos, sonetórpidos y porras deportivas

Autor: Alfonso Reyes

Año: 2011

Editorial/Productor: Bonilla Artigas Editores

ISBN: 978-6077-588-374

Tipo de material: Libro

Ubicación: Acervo del Centro Virtual

Código: 805.1 R457 2011 Vol. 1

Disponibilidad: 1

Contenido:

Torniquete 

I. Jitanjáforas: teoría y visión 

1. Las jitanjáforas 
2. Alcance de las jitanjáforas 
3. Jitanjáforas
4. Jitanjáforas 
5. Contribución a las jitanjáforas 
6. Rima rica
7. Acertijos 
8. El calambur en Joyce 
9. Grandeza y miseria de la palabra
10. Travesuras lingüísticas 
11. Las pasigrafías 
12. Ademanes 
13. La "morcilla"
14. De la microbiología literaria 
15. De la lengua vulgar 

II. De las jitanjáforas como acción 

1. Canto del Halibut 
2. Candombé porteño 
3. Jitanjaforeando 
4. Disculpa al Bodoque 
5. A Miguel Ángel Asturias 

III. Buzón de las jitanjáforas. Correspondencia en torno a las jitanjáforas 

1. Dos cartas de Mariano Brull a Alfonso Reyes 
2. Correspondencia entre Alfonso Reyes y Amado Reyes
3. Correspondencia entre Ignacio B. Anzoátegui y Alfonso Reyes 
4. Dos cartas de Xavier Villaurrutia a Alfonso Reyes 
5. Una carta de Jaime Torres Bodet y la respuesta de Alfonso Reyes 
6. Una carta de Toño Salazar 

IV. Kiosko. Artículos de periódico 

1. "Las jitanjáforas de Alfonso Reyes y el valor de la palabra". Crítica (Buenos Aires, 1929) 
2. "Por el mundo de las jitanjáforas". Excélsior-El País (La Habana, 1929) 

V. Reino y ubicuidad de la jitanjáfora 

Índice onomástico 

Bibliografía 

Referencia: Reyes, Alfonso (2011). El libro de jitanjáforas y otros papeles, seguidos de retruécanos, sonetórpidos y porras deportivas. México: Bonilla Artigas Editores

Reseña:

En este primer libro de la colección Las semanas del jardín, Adolfo Castañón se encarga de llevarnos por un camino de poesía poco frecuentado, por su aparente complejidad, pero el problema lo resuelve Alfonso Reyes, quien se encarga de instruirnos en el mundo del nonsense verse y a olvidarnos del sentido gráfico de las palabras para presentarnos las jitanjáforas, ya que estas son las encargadas de dar voz a todo lo que nos rodea.

A través de una escritura dinámica, intenta convencer de que no es que “eso” no hable, sino que no que hace falta prestarle la atención que necesitapara ser disfrutado, sin embargo, no necesariamente comprendido. Reyes persuade al lector a prestar atención al sonido de aquello que habla y a dejarse llevar por el sabor acústico de las palabras.